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El circuito de refrigeración es una estructura extremadamente compleja en la que ocurren más cosas simultáneamente de las que uno podría pensar inicialmente. Si bien la combustión es el foco principal, varias funciones y circuitos deben funcionar en perfecta armonía para que el motor funcione de la forma deseada. Uno de estos circuitos se refiere a la temperatura ideal del motor. Para este propósito, hay dos circuitos: el circuito de refrigeración pequeño y el circuito de refrigeración grande, ubicados dentro y alrededor del motor. El circuito de refrigeración pequeño recorre directamente el motor y tiene como objetivo regular la temperatura en ese lugar. Además, este circuito también suministra refrigerante al intercambiador de calor, que a su vez puede calentar el interior del vehículo utilizando el líquido refrigerante calentado. Cuando arranca el motor en frío, comienza a funcionar y genera calor gradualmente, que necesita para funcionar de manera eficiente. Por ilógico que pueda parecer a primera vista: el circuito de refrigeración pequeño ayuda a calentar el motor rápidamente al permanecer cerrado inicialmente. De esta manera, el líquido continúa circulando solo entre el bloque del motor y el intercambiador de calor sin enfriarse en el proceso.
Solo a partir de cierta temperatura (generalmente alrededor de 85 grados) el termostato entra en acción. Este abre el camino hacia el circuito de refrigeración grande. Allí, el líquido abandona el motor para enfriarse. Primero pasa por el depósito de expansión. Dependiendo de la temperatura, el líquido se expande más o menos. El depósito de expansión corrige esta diferencia. Luego continúa hacia el radiador. Este se encuentra en la parte delantera, detrás de la parrilla, y enfría el líquido a través del flujo de aire generado por la conducción. Si no hay flujo de aire debido a un embotellamiento u otra parada, entra en juego el ventilador de refrigeración. A continuación, el líquido enfriado regresa al circuito de refrigeración pequeño y asegura que el motor mantenga su temperatura ideal.
El ventilador de refrigeración, también conocido como ventilador de radiador, está instalado delante o detrás del radiador y espera allí su momento de actuar. Una vez que la temperatura del refrigerante en el radiador supera un cierto punto, el ventilador se pone en marcha y enfría el sistema desde el exterior. Esto suele ocurrir cuando el viento refrescante está ausente durante demasiado tiempo, en un semáforo en rojo largo o en un atasco de tráfico. El ventilador está impulsado por un pequeño motor eléctrico. Como efecto secundario, el ventilador también ventila el compartimento del motor en general.
Un sistema como el circuito de refrigeración está por naturaleza propenso a fallos. Cuando un componente no funciona correctamente, todo el sistema se ve afectado. Esto suele manifestarse mediante una temperatura del motor inusualmente alta o en aumento. También puede notarse la fuga de líquido refrigerante. En la mayoría de los casos, se debe a que hay una fuga en alguna parte del circuito y, como resultado, no puede cumplir adecuadamente sus funciones. Las áreas propensas a fugas pueden ser las tuberías, las conexiones o el radiador. Posibles causas incluyen desgaste, corrosión o influencias externas como daños causados por mordeduras de marta o impactos de piedras. Estos últimos pueden ocurrir ocasionalmente en el radiador.
Si el motor se sobrecalienta pero no hay fugas de líquido refrigerante y el termostato funciona correctamente, uno de los posibles culpables es el ventilador del radiador. Los fallos más comunes relacionados con el ventilador afectan a su motor eléctrico. Si hay algún problema en las conexiones o en el propio motor, las aspas del ventilador dejarán de girar y el motor perderá la valiosa refrigeración adicional. También es posible que las aspas estén dañadas o rotas, aunque esto ocurre muy raramente. En la mayoría de los casos, el problema se encuentra en el motor del ventilador. La forma más fácil de detectar esta falla es ver si el ventilador no gira cuando el motor está en marcha. Además, ruidos inusuales o vibraciones pueden indicar un posible fallo en el ventilador del radiador.
Cuando alguna parte del ventilador de refrigeración está defectuosa, en la mayoría de los casos es necesario reemplazar el ventilador. Este proceso generalmente no representa un gran problema y se puede realizar de manera relativamente sencilla. Sin embargo, el procedimiento puede variar según el modelo del automóvil. Puede resultar más difícil principalmente si el motor está muy ajustado y el acceso al ventilador de refrigeración es estrecho o incluso está obstruido. Los aficionados experimentados a la mecánica suelen poder manejar este reemplazo sin mayores dificultades.
Cuando conduce, no solo es importante mantener la cabeza fría. El radiador también es de gran importancia cuando no circula aire a través de la rejilla del radiador. Si el ventilador de refrigeración ya no cumple esta función, es hora de encontrar un recambio adecuado, por ejemplo de NRF, NISSENS, THERMOTEC o TYC. La tienda en línea Motointegrator no solo está certificada por Trusted Shops, sino que también cuenta con una selección de 5 millones de piezas de repuesto y accesorios, donde seguramente encontrará el ventilador de refrigeración adecuado para su automóvil.
