Los turbocompresores tienen una misión claramente definida. En la práctica, también se denominan turbocompresores de gases de escape y están destinados a aumentar la potencia de los motores de combustión. Para ello, deben comprimir el aire de combustión suministrado al motor. Además de aumentar el rendimiento del motor, un turbocompresor también puede mejorar los valores de emisiones y reducir el consumo de combustible.
El turbocompresor utiliza la energía de los gases de escape. Junto con aire fresco adicional, el motor se sobrealimenta y aumenta así la potencia. Suele constar de dos turbinas, una rueda turbina y una rueda compresora. Ambas ruedas están conectadas entre sí mediante un eje. Sin embargo, están instaladas en dos carcasas separadas entre sí.
El hecho de que la energía de los gases de escape se utilice para accionar la turbina también tiene ventajas para el medio ambiente, ya que se emiten menos gases de escape al exterior. El compresor utilizado para este fin está situado en el eje del turbocompresor opuesto a la turbina. Aspira el aire de combustión y lo envía comprimido al motor. Sin embargo, no hay acoplamiento mecánico entre el motor y el turbocompresor.
El turbocompresor está ubicado en un vehículo muy cerca del motor. La rueda de turbina del turbocompresor se encuentra normalmente en el conducto de escape de un motor, más precisamente en el colector de escape. Los gases de escape calientes generan una presión elevada y ponen así en movimiento la turbina. Esta comienza a girar a una velocidad de hasta 300.000 revoluciones por minuto. En el otro extremo del eje, donde se encuentra la rueda del compresor, esta gira exactamente a la misma velocidad. La rueda del compresor está conectada al conducto de admisión del motor.
En la generación actual de vehículos modernos, el turbocompresor es una característica estándar tanto en motores de gasolina como diésel. Entretanto, no solo se instala un turbocompresor grande, sino dos más pequeños. Estos dividen el flujo de gases de escape de los cilindros. En concreto, esto significa que los dos turbocompresores de un motor de seis cilindros, por ejemplo, utilizan el flujo de gases de escape de tres cilindros cada uno.
En la industria del automóvil se utilizan diferentes tipos de turbocompresores. Estos son:
La práctica demuestra que hay muy pocos defectos en el turbocompresor; el desgaste normal suele ser el motivo de su sustitución. No obstante, también pueden producirse daños en un turbocompresor por las siguientes causas:
Hay muchas razones que pueden provocar un defecto en un turbocompresor. Por lo tanto, es bastante difícil identificar directamente la causa. Si el turbocompresor está defectuoso, debe ponerse en contacto con un taller especializado o un profesional.
Fabricantes de turbocompresores más populares
Al igual que con muchas otras piezas de recambio de nuestra gama, también hay algunos fabricantes conocidos y populares para el turbocompresor. Estos son los siguientes:
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