Función y tareas de un sistema de escape
La combustión en el motor de un coche produce calor, gases de escape y un fuerte ruido de fondo, además de la energía que se espera utilizar de forma eficiente. El sistema de refrigeración se encarga del calor. El sistema de escape es responsable de los dos últimos puntos. Garantiza que los gases de escape se filtren lo mejor posible y, por tanto, sean menos perjudiciales para el medio ambiente, y amortigua la energía sonora que trae consigo la corriente de escape. De este modo, el salvaje ajetreo del motor al final del escape se convierte en un resultado final lo más limpio y silencioso posible.
Los componentes de un sistema de escape
Para lograrlo, los fabricantes de automóviles se apoyan en varios componentes principales. Veámoslos más de cerca.
Colector
El colector es el primer componente del sistema de escape. Su función principal es conectar el motor con el sistema de escape. Para ello, el colector está conectado a la culata, donde recibe los gases de escape de cada cámara de combustión. Esencialmente, reúne los gases de escape de los conductos de escape individuales y los hace pasar en uno o predominantemente dos tubos. En las variantes más complejas, el turbocompresor, que también trabaja con los gases de escape, o las formas especiales del colector, como el colector en forma de abanico, también desempeñan un papel.
Tubo Y
En cuanto los gases de escape agrupados salen del colector, continúan directamente en el tubo en Y. Esta pipa recibe su nombre por su forma, que en muchos casos se asemeja a un pantalón. Las dos perneras del pantalón combinan los dos tubos habituales del colector en un solo tubo para el resto del sistema de escape. Además de esta unión, el tubo en Y tiene otro componente muy importante: una pieza intermedia flexible. Su objetivo es absorber las fuertes vibraciones y movimientos del bloque motor y proteger así el siguiente componente, el catalizador.
Catalizador y filtro de partículas
En el catalizador, los gases de escape atraviesan un bloque cerámico poroso o una lámina metálica. Esto crea pequeños canales que corren paralelos a la longitud del coche. Los canales tienen una capa interior de platino, rodio y paladio. Estos metales preciosos desencadenan una reacción química que convierte las sustancias problemáticas, como los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos, en sustancias menos problemáticas. Así, el catalizador contribuye de forma importante a reducir los gases de escape nocivos en un coche moderno. El filtro de partículas también entra en juego en los motores diesel. Es similar al catalizador, pero -para decirlo de forma muy sencilla- se encarga de las partículas de hollín que son absorbidas por el filtro y finalmente quemadas.
Silenciador trasero
La parte final es uno o más silenciadores. Dependiendo del tipo de motor y del diseño del sistema de escape anterior, hay muchos tipos diferentes de silenciadores. Sea cual sea su funcionamiento, tienen principalmente una tarea epónima: amortiguar el sonido y, por tanto, hacer que el coche sea más silencioso. El tubo en Y y el catalizador ya absorben mucho sonido y vibraciones, pero sin un silenciador el coche sería claramente demasiado ruidoso.
El papel de los soportes de goma en un coche
Cada proceso de combustión en el motor es como una pequeña explosión. Eso hace que haya mucho ruido y vibraciones. Los distintos componentes se encargan de absorber y amortiguar estos factores de forma fiable. Sin embargo, para ello es necesario que las piezas se fijen al coche de forma correcta. El objetivo es que los componentes se sujeten de forma fiable y estable y, al mismo tiempo, evitar que las vibraciones se transmitan al resto del coche.
Aquí es donde entran en juego los soportes de goma. Estos componentes, en gran parte desconocidos y poco visibles, desempeñan un papel importante. Debido a su diseño y material, amortiguan las vibraciones y, por lo tanto, hacen su pequeña pero importante contribución al buen funcionamiento del sistema de escape. Además de amortiguar el sonido, también ayudan a mantener el sistema estable durante el mayor tiempo posible. Si los soportes estuvieran hechos completamente de materiales inflexibles, se dañarían rápidamente por la carga.
Posibles defectos alrededor de los soportes de goma
Por muy duraderos que sean en principio los soportes de goma, no siempre están libres de signos de desgaste. Pueden volverse porosas o frágiles con el tiempo. Como resultado, pierden su propiedad más importante y ya no pueden realizar su función de amortiguación. En consecuencia, estos defectos suelen hacerse notar con el correspondiente desarrollo de ruidos y vibraciones. Además, este tipo de problemas también se puede notar por un juego inusualmente grande de los componentes individuales del sistema de escape. Como alternativa a los soportes de goma, otros componentes metálicos de montaje también pueden ser los culpables. La mayoría de ellos son problemas de óxido que requieren la sustitución de estas piezas.
Reparación y sustitución
Afortunadamente, cuando se da uno de estos casos, estos componentes son bastante fáciles de sustituir. Con las piezas de recambio adecuadas, el trabajo suele ser rápido. Independientemente de si son los soportes de goma o las piezas metálicas las que causan los problemas, siempre es aconsejable sustituir todas las piezas del soporte correspondiente.
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