Los líquidos de frenos son uno de los aditivos más importantes para los vehículos. En los sistemas de frenado hidráulicos, transmiten la presión que ejerce sobre el pedal de freno al freno de la rueda. El vehículo frena hasta detenerse por completo, lo que es absolutamente necesario en situaciones de peligro, pero también en el tráfico rodado diario. Como los líquidos de frenos cambian sus propiedades con el tiempo, es importante comprobarlos periódicamente. Si el líquido de frenos no se sustituye a tiempo, la fuerza de frenado puede disminuir y, en el peor de los casos, puede producirse un fallo de los frenos.
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Información sobre la eliminación del aceite usadoLos líquidos de frenos son fluidos hidráulicos que desempeñan un papel importante en el funcionamiento de un vehículo. Aseguran que la fuerza ejercida por la presión del pedal del freno se transmita al freno de la rueda. El vehículo reduce la velocidad.
Además de transmitir potencia, los líquidos de frenos también realizan otras funciones. Lubrican las piezas móviles del sistema de frenos y evitan la formación de óxido. Pero, sobre todo, son responsables del buen funcionamiento de los frenos. Por eso es tan importante que el líquido de frenos sea lo suficientemente fuerte. Solo así se garantiza una conducción segura.
El depósito del líquido de frenos se encuentra debajo del capó. La mayoría de las veces es un depósito gris con la marca correspondiente. Los vehículos más nuevos tienen depósitos de compensación transparentes con marcas visibles de mínimo y máximo. En los vehículos más antiguos, el líquido de frenos suele encontrarse en un depósito de metal.
Por regla general, el líquido de frenos debe comprobarse cada dos años como parte de la revisión del vehículo. Para garantizar la seguridad a largo plazo, es conveniente medir también el nivel del líquido durante esos dos años.
El primer indicio de una cantidad insuficiente de líquido de frenos es una disminución en la eficiencia de frenado. Lo nota por el hecho de que la distancia de frenado aumenta. Otro indicio es cuando el pedal de freno se pisa fácilmente sin apenas resistencia y reacciona con retardo. Si los frenos chirrían o incluso dejan de funcionar, debe acudir al taller.
Los líquidos de frenos tienen varias funciones. No solo garantizan un frenado seguro, sino que también lubrican el sistema de frenos y lo protegen de la corrosión. Si no hay suficiente líquido de frenos, el efecto de frenado es insuficiente o inexistente.
Otro riesgo es la entrada de agua en el líquido de frenos. Los líquidos de frenos son higroscópicos, lo que significa que pueden absorber y disolver agua. Si no se sustituye el líquido en tal caso, el agua disuelta podría evaporarse en pequeñas burbujas bajo el efecto del calor elevado, lo que reduciría considerablemente la potencia de frenado. El agua también favorece la formación de óxido en el pistón de freno y reduce la lubricidad. Esto se aplica a los líquidos de frenos convencionales a base de glicol. Los líquidos a base de silicona no pueden absorber ni disolver agua. La repelen, por lo que no es necesario cambiarlos.
Debe cambiar el líquido de frenos cada dos años como máximo, independientemente del kilometraje. Sin embargo, esto solo se aplica a los propietarios de vehículos con frenos hidráulicos. Si ya tiene experiencia en el cambio de líquido de frenos, puede hacerlo usted mismo. En caso contrario, póngase en contacto con un profesional o con su taller de confianza. No se trata solo de su seguridad, sino también de la seguridad de los demás usuarios de la carretera. Solo un profesional con los conocimientos necesarios debe realizar este trabajo. El coste de la sustitución del líquido de frenos sigue siendo razonable, entre 50 y 100 euros.
Sin embargo, puede rellenar usted mismo el líquido de frenos. En este caso, debe asegurarse de purgar el sistema de frenos después de rellenarlo. Incluso pequeñas burbujas de aire en el sistema de frenos pueden provocar averías más adelante.
El líquido de frenos irrita la piel y los ojos, por lo que debe manipularse con cuidado. Si derrama algo en el compartimiento del motor mientras drena, límpielo rápidamente con un trapo. Los líquidos de frenos son corrosivos. Las botellas abiertas no deben reutilizarse, ya que puede haberse acumulado agua en ellas. Precaución: los líquidos de frenos son sustancias tóxicas y deben eliminarse correctamente como residuos especiales.
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