Junta de culata defectuosa: síntomas y sustitución
Una estanqueidad perfecta gracias a la culata
Sustitución de la correa de distribución
Cambiar la correa de distribución en el momento adecuado
Correa trapezoidal: reemplazo oportuno
Las correas de distribución son esenciales para la supervivencia del motor. Transmiten el movimiento de rotación del cigüeñal al árbol de levas, cuyas levas accionan componentes de transición como taqués y balancines o palancas. El movimiento generado se transmite entonces a las válvulas, que deben abrirse y cerrarse en el momento adecuado. Las válvulas suministran a la cámara de combustión la mezcla de combustible y aire. Aquí es donde tiene lugar el proceso normal de combustión.
Las correas de distribución también se pueden utilizar para accionar las bombas de inyección y el eje de contrapeso de equilibrio. Lo mismo se aplica a las bombas de agua. Motointegrator también ofrece kits de correas de distribución con bombas de agua.
La correa de distribución es de vital importancia para un coche. Esta pequeña y discreta pieza está constantemente en acción. Sin embargo, el alto nivel de uso también va acompañado de un gran desgaste. Por ello, es importante respetar los intervalos de sustitución prescritos.
Sin embargo, la fecha exacta en la que se debe cambiar la correa de distribución depende del vehículo. El rango suele oscilar entre 100.000 y 200.000 kilómetros. Pero es mejor no dejar nada al azar y verificar el intervalo exacto de cambio en el manual de usuario de su automóvil. ¡Sin riesgo en ese aspecto!
Aparte del tiempo de funcionamiento, la edad de la correa de distribución desempeña un papel importante. Después de diez años como máximo, una correa de distribución ha alcanzado su límite de uso y debería jubilarse merecidamente.
Una correa de distribución estirada, floja o incluso rota debe evitarse a toda costa. El motor de su coche puede sufrir daños considerables. Pero, ¿cómo reconocer una correa de distribución defectuosa?
A veces no es tan sencillo. En la mayoría de los casos, pequeños desgarros o bordes deshilachados son un claro indicio de que la correa de distribución ha llegado al final de su vida útil. Una revisión visual periódica evitará un desgarro fatal y daños en el motor. En el caso de los vehículos más antiguos, los intervalos de inspección visual deben ser particularmente cortos.
Además de los signos visuales de los defectos, a veces es útil escuchar. Los ruidos de fricción son, por ejemplo, un síntoma clásico de una correa de distribución defectuosa. Si el motor no funciona correctamente o si se produce una pérdida recurrente de potencia, también debe comprobarse la correa de distribución.
La tensión constante en una correa de distribución también afecta a otros componentes de su vehículo. En otras palabras, el desgaste afecta a varias partes del coche. Por eso no es aconsejable cambiar solo la correa de distribución, tanto en términos de tiempo como de dinero. Le recomendamos que compre un kit de correa de distribución completo. Muchos fabricantes ofrecen kits para cada coche.
Una sustitución completa de todos los componentes afectados garantiza una larga vida útil. Si solo se sustituye la correa de distribución, por ejemplo, puede agrietarse y volver a romperse muy rápidamente. Como el rodillo tensor y la polea también se ven afectados por el desgaste, se produce casi una reacción en cadena. Un kit de correa de distribución puede remediarlo.
Los kits de correas de distribución son ante todo fiables gracias a la compatibilidad de sus componentes, perfectamente adaptados entre sí. En este sentido, los kits de correas de distribución de Continental son muy apreciados. Lo mismo se aplica a los kits de correas de distribución o INA, que también puede encontrar en nuestra gama.
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