En las motos se utilizan dos tipos de pinzas: pinzas fijas y pinzas flotantes. Una moto puede estar equipada con el mismo tipo de pinzas en las ruedas delanteras y traseras o con otras diferentes en cada una. El uso de aluminio para las pinzas de freno ha demostrado ser un éxito en la tecnología de dos ruedas, ya que es resistente a la oxidación y ligero.
Ambas pinzas tienen pistones (pistones de freno) que se extienden en función de la presión hidráulica aplicada y se retraen de nuevo en la pinza cuando la presión se reduce para liberar el disco de freno.
La pinza fija tiene dos, cuatro o seis pistones de freno en ambos lados y está fijada rígidamente a la horquilla. Al accionar el freno, los pistones de freno de ambos lados se extienden y presionan las pastillas de freno contra el disco de freno.
La pinza flotante tiene uno, dos o tres pistones de freno y está montada de forma móvil sobre pernos. Los pistones de freno sólo están en la parte exterior del disco de freno. Cuando se aplica la presión hidráulica, la pastilla de freno de la parte exterior es presionada primero contra el disco de freno por los pistones de freno. Esto hace que la pinza de freno se desplace hasta que la otra pastilla de freno, que está firmemente situada en la pinza de freno, esté también en contacto con el disco de freno.
En principio, en las pinzas de freno de las motocicletas pueden producirse los mismos fallos y defectos que en otros vehículos de motor con sistemas de frenos hidráulicos. Sin embargo, hay dos circunstancias que favorecen el desgaste de las pinzas de freno de las motos.
No todos los motoristas conducen su moto durante todo el año, sino que la inmovilizan temporalmente durante el periodo invernal. Esto puede hacer que se forme corrosión en los pistones de los frenos, por ejemplo, de modo que se atasquen en la pinza de freno. Por lo tanto, hay algunas medidas que deben tomarse antes de almacenar la moto durante un período de tiempo más largo.
Otro aspecto para el aumento del desgaste es el alto rendimiento de las motos debido a su favorable relación potencia-peso en comparación con los turismos. Las motos a partir de 100 CV alcanzan niveles de rendimiento que, de otro modo, sólo estarían reservados a los superdeportivos. En consecuencia, las pinzas de freno de las motos tienen que disipar mucha energía cinética, lo que significa que los pistones de freno también tienen que extenderse más. Los pistones de freno que se extienden más ofrecen una mayor superficie para la suciedad, la corrosión o los daños superficiales. Este efecto es aún más pronunciado cuando las pastillas de freno están desgastadas hasta el final. Los pistones de freno deben extenderse cada vez más para compensar la superficie desgastada de las pastillas de freno.
Los pistones de las pinzas de freno deben estar fabricados de forma que encajen de forma muy precisa para poder transmitir la presión hidráulica. Gracias a sus superficies lisas, se mueven con mucha suavidad, de modo que la presión de frenado puede dosificarse bien y las juntas vuelven a colocar el pistón de freno en su posición original. Incluso un poco de suciedad o corrosión en el pistón de freno o entre el pistón de freno y la pinza de freno puede hacer que el pistón de freno no vuelva a su posición original. Como resultado, dependiendo del tipo de pinza, una pastilla de freno (pinza fija) o incluso ambas pastillas de freno (pinza flotante) rozarán el disco de freno. En función del valor de fricción, esto supone un desgaste de las pastillas y el disco de freno, el peligro de sobrecalentamiento, así como un menor rendimiento de la conducción con un mayor consumo de combustible.
También es posible lo contrario, es decir, que un pistón de freno esté tan agarrotado que ya no se extienda en absoluto. Sin embargo, esto ocurre con menos frecuencia en el uso diario y es más a menudo un problema después del almacenamiento. En la galardonada tienda online de Motointegrator, puedes conseguir las piezas de recambio adecuadas para tu moto y pinzas de freno de fabricantes de primera calidad.
Especialmente después de un largo período de desuso, debe comprobar el sistema de frenos antes de su primer viaje. Asegúrese también de que hay una cantidad suficiente de líquido de frenos. Si el nivel del líquido de frenos ha bajado durante el almacenamiento, esto indica que hay una fuga. En consecuencia, notará manchas de líquido de frenos o de aceite en el suelo. Las fugas suelen producirse en las conexiones de los conductos de los frenos o también debido a una junta dañada en la pinza de freno. Sin embargo, las fugas a menudo sólo se hacen evidentes cuando la presión hidráulica aumenta durante el frenado.
Por cierto, el líquido de frenos es agresivo y no debe manchar la piel ni la pintura. También es muy higroscópico, porque atrae la humedad. Si entonces hay agua en el líquido de frenos, éste puede calentarse hasta más de 100 °C durante un frenado fuerte y el agua se convierte en vapor, lo que perjudica la acumulación de presión hidráulica.
El líquido de frenos debe sustituirse como máximo cada dos años. Durante este tiempo, ya hay mucha agua y suciedad en el líquido de frenos. En la tienda online de Motointegrator podrá encontrar fácilmente líquido de frenos nuevo, juntas nuevas o kits de reparación completos de máxima calidad.
