A medida que bajan las temperaturas exteriores, conducir un coche resulta cada vez más incómodo. Quien tema temblar y tener los dedos helados al volante, puede estar tranquilo. Con unos sencillos consejos, puedes pasar la estación fría sin congelarte.
No calentar el coche en parado
Los conductores sensibles al frío enfrentan dificultades particulares en otoño e invierno: en el período inicial después de un arranque en frío, tienen que pasar frío hasta que el coche se caliente. Calentar el coche en parado es una práctica popular para calentarse dentro del coche antes incluso de iniciar el viaje. Sin embargo, esta práctica no solo es muy perjudicial para el medio ambiente debido a los gases de escape que produce, sino que también está prohibida. Quien sea descubierto paga una multa de 10 euros. Además, el aceite de motor y la temperatura interior se calientan muy lentamente de esta manera. Según las pruebas, para este fin ya se utilizan alrededor de 0,15 litros de gasolina.
Ajustar correctamente la calefacción
Con el ajuste de calefacción adecuado podrás conseguir rápidamente un calor agradable en tu coche. Ponla en la configuración más alta. Si las ventanas están empañadas, el ventilador debe dirigirse primero hacia el parabrisas. Solo cuando la vista esté completamente despejada, puedes volver al ajuste medio y dirigir el aire hacia el espacio para los pies. Desde allí, el aire caliente asciende por todo el habitáculo. Un sistema de aire acondicionado en funcionamiento también acelera el secado del aire.
Si tienes un sistema de aire acondicionado automático en el coche, no hace falta que aumentes la temperatura programada. El coche siempre se calienta al mismo ritmo, tanto si la temperatura es de 22 como de 30 grados.
Equipamiento adicional para un calor agradable
Con las modificaciones necesarias, puedes añadir accesorios agradables a tu coche para hacerlo más cómodo, incluso en invierno. Por ejemplo, un asiento con calefacción calienta rápidamente la piel de la espalda y del asiento, lo que resulta ideal para mantenerte cómodo hasta que el coche alcance una temperatura adecuada. También puedes utilizar fundas de asiento con calefacción, que son más económicas. Se alimentan eléctricamente mediante el encendedor. Pero ya sea un asiento con calefacción integrado o una funda con calefacción, ambos elementos requieren mucha energía de la batería de tu coche.
Para evitar sobrecargarla y para prevenir que tu coche no arranque de repente una mañana, debes usar el asiento con calefacción con moderación, especialmente si conduces distancias cortas. ¿No quieres invertir en un asiento con calefacción eléctrica, pero buscas un respaldo cálido para conducir? Prueba este truco simple. Basta con poner un cojín delgado en la calefacción durante un tiempo antes de empezar a conducir, y luego ponerlo en el asiento del coche.
Para evitar que se te congelen los dedos, puedes optar por una calefacción en el volante a la hora de comprar un coche. Cuesta alrededor de 300 euros y consume aproximadamente la mitad de la electricidad de un asiento con calefacción.