La culata garantiza la estanqueidad del cilindro y también alberga el árbol de levas y las válvulas. Si bien los daños son poco frecuentes, su reparación es costosa. Un motor de combustión solo puede desplegar su potencia si el combustible y el oxígeno entran en los cilindros en el momento preciso. En un motor de cuatro tiempos, las válvulas, ubicadas en la culata, son las responsables de ello. Además de albergar las válvulas, la culata también debe garantizar la estanqueidad. Los daños son costosos y la reparación no siempre parece rentable.
La culata alberga el árbol de levas y las válvulas
En principio, la culata es una pieza de hierro fundido de diseño sencillo que, además de las válvulas, alberga también el árbol de levas. El árbol de levas acciona las válvulas para que el combustible y el aire puedan entrar en el cilindro en el momento adecuado, mientras se eliminan los gases de escape. En un motor de dos tiempos, este control suele hacerlo el pistón y, por tanto, no requiere válvulas. En este caso, la culata tiene un diseño mucho más sofisticado.
La transición entre el cilindro y la culata es un punto crítico, ya que debe garantizarse una estanqueidad absoluta. El cilindro está rodeado de agua de refrigeración. En caso de fuga, esta agua es aspirada hacia el interior del cilindro y se quema durante la combustión. El agua de refrigeración también entra en el circuito de lubricación y el aceite, a su vez, entra en el circuito de refrigeración. El primer caso en particular es problemático. El alto contenido de agua reduce la lubricidad del aceite.
Estanqueidad defectuosa: deterioro de la junta de culata
Tales fugas pueden tener diferentes causas. Por un lado, la junta de culata, que suele ser de metal resistente al calor, puede dañarse. Algunas juntas no soportan las condiciones de presión durante mucho tiempo. También es posible que la culata se deforme debido a las altas tensiones. Si el componente se apoya de forma irregular sobre el cilindro, la junta ya no puede sellar la zona de contacto. Un apriete incorrecto y desigual de los tornillos de fijación también puede provocar la deformación de la pieza. A pesar de su aparente robustez, muchas culatas son muy sensibles a esta carga desigual. En algunos modelos, los defectos de fabricación provocan grietas en el material. También en este caso se producen fugas. En todos estos casos, el componente debe ser sustituido.
Culata defectuosa: es necesaria una visita al taller
Estos defectos se manifiestan en particular por la dilución del aceite, que muy a menudo provoca fugas en diversas partes del bloque motor. También se produce una elevada emisión de gases de escape debido a la combustión del agua. Otras causas de defectos en la culata pueden encontrarse en las válvulas. Si una válvula se rompe debido al calor o a un defecto de fabricación, la culata suele verse afectada. Es necesario desmontar la culata, ya que probablemente el cilindro esté afectado. En vehículos con correa de distribución, la rotura de la correa puede hacer que el pistón aplaste las válvulas. También en este caso hay que desmontar la culata. La rotura de la cadena de distribución suele provocar el mismo resultado, pero esto ocurre muy raramente.
La reparación no siempre es recomendable
El desmontaje de una culata, así como su reparación, están reservados a los profesionales. La reparación, en particular, debe realizarse en el marco de una revisión del motor. Es necesario lijar la superficie de estanqueidad, fresar los asientos de las válvulas y sustituir las guías de las válvulas. El valor residual del vehículo, el kilometraje del motor y el coste de una unidad de recambio determinan si una reparación de este tipo merece la pena.