La bomba de agua, que forma parte de todos los vehículos refrigerados por agua, está sometida a muchas tensiones durante su funcionamiento. Una avería de la bomba de agua suele ser muy costosa. Entender cómo funciona, conocer las causas y señales de advertencia de una avería, así como saber cuándo sustituirla, le ahorrará costes elevados a largo plazo.
Funcionamiento de la bomba de agua
La función principal de la bomba de agua es hacer circular el líquido refrigerante por el sistema de refrigeración del vehículo cuando el motor está en marcha. El calor generado por el motor cuando el vehículo está en funcionamiento es así expulsado de la zona del bloque motor. A continuación, el refrigerante pasa por las aletas del radiador, enfriándolo de nuevo. El aire también circula por las aletas gracias al viento circulante o a un ventilador. A continuación, el circuito de refrigeración dirige el refrigerante hacia el motor, antes de conducirlo de nuevo al radiador, donde se repite el proceso. Parte del líquido refrigerante también se utiliza para calentar el interior del vehículo.
Se distingue entre bombas de agua mecánicas y eléctricas. Las bombas de agua mecánicas son accionadas directamente por el motor. Las bombas de agua eléctricas, en cambio, funcionan independientemente del motor del vehículo, incluso cuando este no está en marcha. Las bombas mecánicas están situadas en la parte delantera del motor debido a su dependencia de este.
Causas y síntomas de avería
Una variedad de tensiones tanto térmicas como mecánicas amenazan la bomba de agua durante el funcionamiento del vehículo. Las averías suelen ser el resultado de la acumulación de estas tensiones.
Además de las tensiones puramente térmicas, una causa frecuente de avería de la bomba de agua es una cantidad insuficiente de anticongelante en el líquido refrigerante. El anticongelante también protege contra la corrosión. Si el contenido de anticongelante es demasiado bajo, los componentes afectados corren el riesgo de oxidarse. Del mismo modo, un período de inactividad prolongado del vehículo puede ser perjudicial para la bomba y puede ser una causa de defecto. Aunque las bombas de agua modernas a menudo se describen como libres de mantenimiento, esto no cambia su susceptibilidad a los defectos. Por eso, los profesionales de la automoción recomiendan sustituir la bomba de agua cada vez que se cambia la correa de distribución.
Los signos de avería de la bomba de agua y las advertencias que debe tener en cuenta son tan variados como las tensiones. La alta temperatura del motor es un signo común, al igual que la pérdida de refrigerante. Los rastros de líquido refrigerante en el motor debido a una fuga indican una fuga en la bomba. En este caso, debería hacer sustituir la junta de la bomba o los accesorios cercanos.
Los ruidos inusuales de la bomba de agua (como ruidos de rozamiento) son un síntoma generalmente más difícil de detectar. Esto se debe a que a menudo quedan enmascarados por el ruido del motor. Estos ruidos pueden ser señal de un eje de bomba defectuoso o de una mala instalación de la bomba de agua. En este caso, se trata de un fallo mecánico que requiere la sustitución de la bomba.
Consecuencias del mal funcionamiento de la bomba e importancia de su sustitución
La consecuencia directa de la avería es la interrupción o el deterioro del circuito de refrigeración. Esto provoca el sobrecalentamiento del motor. En cuanto sospeche de una avería en la bomba de agua, no pierda de vista el indicador de temperatura del salpicadero. Esto le permitirá detener el motor a tiempo. El sobrecalentamiento del motor provoca rápidamente graves daños en el motor. Por este motivo, solo debe seguir conduciendo en caso de emergencia. Debe saber que incluso añadir refrigerante o enfriar el motor son solo soluciones a muy corto plazo.
Es aconsejable sustituir la bomba de agua al primer signo de avería. Esto evitará costosos daños en el motor. Las características específicas del montaje y desmontaje de una bomba de agua moderna requieren conocimientos profesionales. Por lo tanto, se debe acudir a un taller especializado. Es importante elegir una bomba idéntica o, en el mejor de los casos, una pieza original y montarla con precisión. La más mínima desviación de la posición óptima de la bomba puede dañar la pieza nueva con grandes costes.