La polea tensora: una pieza de recambio barata
Cuando el coche hace ruidos extraños, no siempre tiene que ser algo grave. Sin embargo, es aconsejable visitar el taller en cualquier caso. Especialmente en los vehículos que tienen un motor de cuatro o cinco cilindros, puede darse el caso de que la polea tensora esté defectuosa si los ruidos provienen del compartimento del motor. Reemplazarla no es muy complicado. Sin embargo, si no se lleva a cabo, esto puede provocar daños graves en el motor.
Se requiere una mayor atención, especialmente en invierno
Sobre todo en invierno, los conductores se enfrentan rápidamente a problemas con la polea tensora o la correa trapezoidal. Esto se debe principalmente a las bajas temperaturas exteriores y también a la alta humedad. Si la correa trapezoidal empieza a chirriar de forma desagradable, esto puede ser un indicio importante de que la polea está defectuosa. También es posible que solo la correa trapezoidal o partes de la misma estén defectuosas y la polea en sí no esté afectada. Sin embargo, es importante acudir al taller para que se aclare la situación. En algunos vehículos, la correa de distribución también es responsable del fallo de la polea tensora. También en este caso, ambas piezas, tanto la correa de distribución como la polea tensora, deben ser sustituidas lo antes posible.
¿Qué función tiene la polea tensora en el vehículo?
La polea tensora garantiza el buen funcionamiento del sistema de transmisión de accesorios. La polea garantiza que la correa esté siempre correctamente tensada en este ciclo de trabajo. Por un lado, reduce el esfuerzo de otros componentes, como la bomba de agua o el alternador, y también ayuda a proteger estas costosas piezas de recambio de un fallo prematuro. En comparación con sus tareas, la polea es una pieza de recambio relativamente barata.
¿Cuándo se debe sustituir la polea tensora?
El óxido que corre entre el brazo y la base o el goteo de la polea loca es uno de los síntomas. También debe comprobarse si la polea tensora presenta grietas o defectos en el brazo, la carcasa o el soporte. Algunos daños solo se hacen evidentes cuando se retira la polea. Las fugas o la oxidación son una indicación del desgaste de los componentes internos. Las grietas suelen aparecer en los respectivos topes y en los tornillos de fijación de los rodillos. Entonces es urgente sustituirlos.
Si el cojinete de la polea está desgastado, puede saberlo girando la polea a mano con el motor apagado y sin la correa. Si hay algún ruido, resistencia o aspereza, se puede suponer que el cojinete de la polea o la propia polea están desgastados. En este caso, hay que sustituir la polea completa. No se recomienda intentar instalar una polea desgastada en un juego de poleas locas usado. Es mejor sustituir todo el conjunto de la polea tensora para evitar daños posteriores en los componentes.
Soporte de la polea
La polea está hecha de plástico, nylon o acero y tiene una superficie ranurada o plana. Las superficies planas deben ser completamente lisas y no pueden presentar escamas, grietas ni abolladuras. La superficie ranurada no debe presentar escamas, grietas ni abolladuras y, además, no debe haber partículas alojadas en las ranuras. Las puntas respectivas de las ranuras no deben tener alturas diferentes ni estar desgastadas. Las poleas de plástico tienen estabilizadores en las superficies laterales. Estos no deben estar rotos o agrietados. Si alguno de estos defectos es visible, se debe reemplazar toda la polea tensora.