La pinza de freno sujeta las pastillas de freno y garantiza el accionamiento del freno. En caso de avería, es posible repararla, pero no siempre es aconsejable que lo hagas tú mismo.
Los frenos son sin duda una de las partes más importantes de un vehículo. Las pinzas de freno son esenciales para su buen funcionamiento. Se encargan de que las pastillas de freno se apoyen en los discos de freno al accionar el pedal de freno para obtener el efecto de frenado. Esta acción es generalmente hidráulica. Cuando el conductor pisa el pedal de freno, el líquido de frenos empuja los pistones de freno hacia las pastillas, que a su vez presionan contra el disco. Si la pinza de freno está defectuosa, ya no se puede garantizar el efecto de frenado. La pregunta es: ¿puede repararse y puedes hacerlo tú mismo?
¿Qué daños pueden producirse?
En primer lugar, es importante entender cómo puede dañarse una pinza de freno robusta. Básicamente, existen dos posibilidades:
- La pinza de freno deja de ser estanca. Aunque las fugas en este punto del sistema de frenado son relativamente raras, siguen siendo posibles, ya que los cilindros maestros de los frenos de tambor son más propensos a tener fugas.
- Es mucho más común que un pistón se atasque y no pueda extenderse. Con el paso de los años, la suciedad y el polvo de los frenos se depositan en el pistón de freno, y los guardapolvos y las juntas se deterioran. Si el pistón de freno se atasca, el freno deja de funcionar.
Una pinza de freno defectuosa no solo reduce la eficacia de frenado, sino que también provoca una presión unilateral sobre el disco de freno cuando solo funciona un pistón de freno. Con el tiempo, esto puede provocar deformaciones y daños consecuentes.
¿Cómo se realiza la reparación?
La reparación consiste en desmontar la pinza de freno y extraer los pistones de freno. En principio, esta operación no es difícil, pero el líquido de frenos que se escapa debe recogerse con cuidado. A continuación, se limpian a fondo los pistones de freno y la propia pinza. Hay que tener cuidado de no eliminar ningún material, ya que de lo contrario se resentiría la precisión del ajuste. Para limpiar los pistones solo debe utilizarse papel de lija muy fino. A continuación, se coloca un nuevo juego de juntas y guardapolvos para que los pistones vuelvan a deslizarse con facilidad. Sin embargo, si hay restos importantes de óxido, puede ser necesario sustituir los pistones.
Estas reparaciones pueden ser realizadas por aficionados al bricolaje con experiencia. Por razones de seguridad, siempre es aconsejable comprobar la junta después de volver a montarla. También debes asegurarte de que el freno pueda accionarse con facilidad.
Sustitución de la pinza de freno: una alternativa a la reparación
Si no te sientes lo suficientemente seguro para realizar estos trabajos o si no tienes experiencia en el tema, te desaconsejamos que procedas a realizar la reparación tú mismo. Esto también se aplica a las pinzas de freno traseras de los vehículos modernos con freno de mano eléctrico. En este caso, los pistones son empujados hacia fuera por un servomotor al accionar el freno de mano. Durante la reparación pueden producirse daños. Entonces es necesario poder acceder al sistema de diagnóstico para poner la pinza de freno en modo de mantenimiento.
Por supuesto, es posible encargar la reparación de la pinza de freno a una empresa especializada. Sin embargo, también deberías considerar la posibilidad de reemplazar toda la pinza de freno y realizar la instalación tú mismo. Esto puede resultar más rentable que encargar la reparación de la pieza a una empresa especializada que cobra altos costes de mano de obra. Una cosa es segura: si la pinza de freno está defectuosa, hay que repararla o sustituirla.
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