La función del brazo de suspensión

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Chasis
© Shutterstock / Rudy Balasko

Brazo de suspensión: presentación e información general

A primera vista, parece una pieza bastante ordinaria, pero el brazo de suspensión de tu vehículo está sometido a esfuerzos considerables. Transmite fuerzas y movimientos laterales a las ruedas y, por tanto, está sometido a importantes fuerzas de tracción y compresión. Esto provoca un desgaste rápido de la pieza. Los fallos resultantes tienen un impacto considerable en el comportamiento del vehículo.

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Brazo de suspensión: función e interacciones

Como componente crucial del sistema de suspensión, el brazo de suspensión, junto con otros brazos de enlace, se encarga de guiar las ruedas. En conjunto, la suspensión establece una conexión entre la superficie de contacto de las ruedas y la carrocería de tu vehículo. Transmite todas las fuerzas generadas desde el soporte de la rueda hasta la carrocería del vehículo, garantizando el mejor guiado posible de las ruedas. Para una conducción segura, este proceso requiere una transmisión de fuerzas muy rápida e instantánea. De ello se encargan los brazos de suspensión y sus articulaciones en la suspensión de las ruedas.

Además de guiar las ruedas, los brazos de suspensión también transfieren otras fuerzas que actúan sobre los resortes, amortiguadores y estabilizadores. Se encargan, en particular, de absorber las fuerzas e impactos horizontales, mientras que las fuerzas verticales son absorbidas por la cúpula del puntal. Además de ser otro soporte para el eje vertical, junto con el soporte del puntal, el brazo de suspensión también dirige los movimientos de dirección de tu coche. Por esta razón, incluso un ligero desgaste en el brazo de suspensión puede afectar considerablemente el comportamiento del vehículo en la carretera.

El brazo de suspensión suele estar conectado al alojamiento del cojinete de la rueda mediante una articulación esférica. Del mismo modo, otras articulaciones conectan el brazo de suspensión a la carrocería y al soporte de la rueda. Esto garantiza que todos los movimientos de la dirección sean posibles. Como componente versátil, el brazo de suspensión también desempeña un papel importante en las maniobras de frenado y aceleración.

Los brazos de suspensión se fabrican en acero forjado o fundido, o en aluminio (fundido a presión o forjado). Pueden tener dos, tres o cuatro puntos de conexión, según el uso y los requisitos.

Defectos: síntomas y comportamiento en la carretera

Debido a su papel clave en la dirección y el manejo, normalmente cualquier mal funcionamiento se puede notar rápidamente. Como conductor, estás familiarizado con las características de la dirección y las respuestas de tu automóvil. Los brazos de suspensión defectuosos alteran notablemente el comportamiento habitual del vehículo. Por lo tanto, cuando el brazo de suspensión está desgastado o defectuoso, la dirección se vuelve imprecisa, dando una sensación de conducción esponjosa. Los síntomas se manifiestan independientemente de las maniobras de dirección realizadas, incluso en una carretera recta y plana. La dirección se vuelve imprecisa y no responde adecuadamente a las acciones del conductor.

Asimismo, un retraso significativo entre las maniobras de dirección y la reacción del vehículo indica un brazo de suspensión desgastado. La transmisión de los movimientos de dirección ya no ocurre en tiempo real, lo que obliga al conductor a realizar las maniobras de dirección antes de lo habitual para que el vehículo pueda ser dirigido y cambiar de dirección según lo deseado. El comportamiento del vehículo en baches también puede indicar un brazo de suspensión defectuoso. En este caso, el hecho de que el automóvil siga los baches durante más tiempo es sintomático.

Otros signos de brazos de suspensión defectuosos o desgastados pueden manifestarse a través de ruidos inusuales. Un chirrido o crujido repentino, claramente diferente de los sonidos de rodadura habituales, son indicativos de brazos de suspensión defectuosos. Sonidos similares también pueden ocurrir en otras partes móviles del vehículo. Sin embargo, en el caso de los brazos de suspensión, su intensidad y frecuencia son claramente perceptibles. En este caso, son especialmente los fuelles de goma del brazo de suspensión los que suelen ser frágiles y a menudo afectados, ya que su función es proteger las articulaciones del polvo o las variaciones de temperatura.