¿Qué es un intercooler?
Un intercooler es un dispositivo utilizado para enfriar el aire proveniente del sistema de sobrealimentación (comúnmente, del turbocompresor, conocido como «supercharger» en los automóviles estadounidenses o «Kompressor» en Mercedes-Benz).
¿Cuál es su función?
La función del enfriador de aire de carga es enfriar el aire comprimido suministrado por el turbocompresor. La refrigeración del aire es necesaria por razones termodinámicas.
Según la termodinámica, cuando un gas se comprime tiende a ceder energía al medio (es decir, se calienta). Al calentarse, su densidad disminuye. Esto significa que entra menos aire en el motor. El resultado es una pérdida de rendimiento. Instalando un intercooler en el sistema de admisión (es decir, entre el turbocompresor y el colector de admisión), se puede reducir considerablemente la temperatura y el volumen y aumentar la densidad. Entra más aire en el motor.
Tipos de intercoolers
En la actualidad existen dos tipos de intercoolers: los refrigerados por aire y los refrigerados por líquido refrigerante.
- Refrigerados por aire: se sitúan en la parte delantera del vehículo, ya que su construcción requiere que el aire fluya directamente sobre ellos. El aire exterior fluye a través de las aletas del intercooler, reduciendo la temperatura del aire comprimido. Este tipo de intercooler depende en gran medida de la temperatura del aire exterior y de la velocidad del vehículo.
- Refrigerados por líquido refrigerante: estos intercoolers son más pequeños y no necesariamente tienen que estar ubicados en la parte delantera del vehículo. Son menos dependientes de la temperatura exterior en comparación con los intercoolers refrigerados por aire. Utilizan un circuito por el cual circula refrigerante, que absorbe el exceso de calor del aire de carga. Son ampliamente utilizados en camiones, vehículos de alto rendimiento y en competiciones de carreras.
Causas de fallas del intercooler
- Agentes externos: un intercooler refrigerado por aire es un elemento en contacto directo con el exterior. Se monta en la parte delantera del vehículo para su refrigeración y es susceptible a daños por impactos, salpicaduras y corrosión debido a la sal u otros contaminantes presentes en el entorno.
- Falta de mantenimiento: una falla muy común debido a la falta de mantenimiento del vehículo es no verificar el estado del turbocompresor. El eje que une las dos turbinas tiene una línea de lubricación. Si este eje no encaja perfectamente, parte del aceite lubricante que pasa por el eje tiende a filtrarse a las turbinas, entrando en el intercooler. Al obstruirse los conductos con aceite, el intercooler se ve obligado a trabajar con sobrepresión, lo que termina dañando los propios conductos, causando fugas, roturas o deformaciones. Si al desmontar el intercooler antiguo se encuentran rastros de aceite, es necesario revisar y reparar inmediatamente el turbocompresor.
Recomendaciones
- Realizar un mantenimiento regular:
La holgura de la turbina del turbocompresor debe revisarse periódicamente (especialmente en vehículos con alto kilometraje), además de utilizar un aceite de motor de calidad recomendado por el fabricante.
- Comprobar el estado general del intercooler:
Es importante revisar el estado del intercooler, inspeccionando posibles fugas, daños en las aletas y tuberías, y el grado de saturación de las aletas. Al estar en contacto directo con el exterior, las aletas del intercooler tienden a acumular suciedad como polvo, insectos, piedras o materia orgánica.