Con la «Formula Student Germany», los futuros constructores de automóviles deben demostrar sus habilidades compitiendo entre sí. Construir coches de carreras rápidos y eficientes requiere no solo las habilidades técnicas de los ingenieros, sino también trabajo en equipo y gestión del tiempo. Para simplificar la complejidad técnica, desde hace algunos años se organizan carreras exclusivamente con vehículos eléctricos. Un efecto secundario deseado de la competición es que el compromiso de las empresas y las universidades alemanas se hace visible para un público amplio.
Formula Student: el modelo estadounidense
Cuando se lanzó la competición en 2006, los organizadores evidentemente tenían en mente un modelo estadounidense. Desde 1981, alrededor de 120 equipos de estudiantes compiten en la «Formula SAE». Esta es una competición internacional en la que no solo pueden participar estudiantes estadounidenses. Países como Italia y Austria también han creado categorías de competiciones estudiantiles similares, cuyas reglas no difieren mucho del modelo estadounidense. La ventaja es que la participación de un equipo en múltiples eventos es totalmente posible, salvo por un posible largo viaje. Por lo tanto, no es sorprendente que el inglés sea el idioma del equipo en la Formula Student alemana.
Desde 2010, también con vehículos eléctricos
Durante los tres primeros años después de la creación de la Formula Student, se apostó exclusivamente por los motores de combustión, antes de que se tomara una decisión a favor de los motores eléctricos a partir de 2010. Desde entonces, hay dos categorías. Así, existe la Formula Student Combustion (FSC) para el motor de combustión clásica de 4 tiempos. La cilindrada máxima es de 610 cm³. El reglamento también prevé la presencia de un limitador de flujo de aire detrás del sistema de estrangulamiento. Su diámetro no debe superar los 20 mm.
Paralelamente, también está la Formula Student Electric (FSE), que se centra exclusivamente en los motores eléctricos. Es importante destacar que los motores híbridos no están permitidos. Esto debe permitir limitar la complejidad y, por lo tanto, en última instancia, los costes. Un aspecto que no es insignificante. En cuanto a los otros requisitos, se refieren al nivel de ruido, el frenado y el equipo de seguridad. Se designan ganadores en diferentes categorías. Por lo tanto, se trata menos de carreras clásicas y más de competiciones sobre aceleración y autonomía, así como sobre eficiencia y rentabilidad.
Esta competición se lleva a cabo en un circuito de carreras convencional. Se trata más específicamente del circuito de Hockenheim, bien conocido por otras series de carreras. Los ganadores se designan en unos pocos días al final del verano, lo que permite limitar los gastos. A diferencia de las carreras comerciales, no hay varias carreras por temporada.
Formula Student: la rentabilidad es un factor importante
La rentabilidad, en particular, también juega un papel importante en la Formula Student. El presupuesto de las universidades es limitado y los costes son relativamente altos a pesar de una normativa muy restrictiva.
Además del apoyo de las universidades y las escuelas politécnicas, son principalmente los fabricantes de automóviles como Daimler y Audi, así como BMW y Volkswagen, quienes respaldan a los jóvenes equipos de carreras. Proveedores de renombre en la industria automotriz, como el grupo Schaeffler, Siemens o Bosch, también subvencionan la competición.
Dependiendo del sector, una aportación en especie es muy deseada por los estudiantes. Sin embargo, los recursos financieros directos pueden ser utilizados de manera muy flexible. Las tiendas online de repuestos, accesorios y herramientas también apoyan a los futuros graduados proporcionándoles materiales y fondos. De esta manera, Motointegrator contribuye a que los estudiantes adquieran experiencia práctica y a que la investigación y el desarrollo progresen en Alemania.
La conducción autónoma: una tendencia importante en la industria automotriz
La Formula Student debería experimentar algunas evoluciones en el futuro. Hasta ahora, la competición se consideraba una simbiosis entre el piloto, el equipo y la tecnología. Pero el énfasis se está desplazando cada vez más hacia la conducción autónoma. Esta nueva tendencia de la industria automotriz hizo su aparición este año. La «Formula Student Driverless» se introdujo como la tercera categoría en 2017. Se espera utilizar los vehículos de las categorías FSC y FSE de años anteriores; el enfoque se desplaza de aspectos como la eficiencia y la autonomía hacia el aprendizaje de los «sentidos» del coche. El objetivo es que el vehículo pueda reconocer e interpretar el entorno. Así, la Formula Student ya demuestra que los jóvenes talentos, respaldados por la industria y el comercio, contribuyen a hacer que nuestro tráfico sea aún más seguro y a reducir la contaminación.
