Borde del disco de freno: a menudo sobrevalorado
Desde un punto de vista técnico, la formación de un borde en el disco de freno es bastante comprensible. Al frenar, las pastillas de freno no solo desgastan su propio material, sino que también abrasan el disco de freno. Como las pastillas no cubren toda la superficie del disco, una pequeña área cerca del borde no se ve afectada, y por eso el grosor del disco no disminuye en esa zona. Así, el borde permanece “intacto” y se nota un reborde. Sin embargo, este borde no representa un problema en sí mismo; solo proporciona una indicación muy aproximada del desgaste real del disco.
El verdadero indicador para saber cuándo es necesario reemplazar el disco de freno es el grado de desgaste. Este varía según el tipo de disco de freno y puede diferir entre modelos de vehículos y fabricantes de frenos. Por lo general, el soporte del disco de freno ofrece una indicación clara. A continuación, te presentamos algunos valores de referencia:
- Discos macizos: grosor nuevo – 2 mm
- Discos ventilados: grosor nuevo – 3 mm
Para determinar este grosor, puedes usar un calibre. Sin embargo, el calibre tradicional mide el grosor del disco solo alrededor de su circunferencia. Para una medición más precisa, existen herramientas especiales con puntas medidoras. Otra opción es colocar dos monedas sobre el disco para evitar que la pinza toque los bordes. En este caso, mide el grosor de las monedas por separado y réstalo del valor total. Si usas un calibre digital, no es necesario restar el grosor de las monedas; simplemente ajusta el punto cero después de medir el grosor de las monedas.
¿Qué daños pueden sufrir los discos de freno?
Además del desgaste normal, los discos de freno pueden sufrir varios daños que podrían hacer necesaria su sustitución. Un problema común es el rayado severo, que puede ocurrir por la presencia de partículas de suciedad entre el disco y la pastilla de freno. Estos arañazos suelen provocar un frenado ineficaz y vibraciones en el sistema de frenos. Si las vibraciones son intensas, al punto de que el pedal de freno pulsa como si el ABS estuviera activado, es posible que el disco esté deformado.
Antes de decidir reemplazar los discos de freno, es importante verificar si se ha cometido algún error de montaje. La suciedad en el cubo de la rueda, que no se ha limpiado adecuadamente antes de la instalación, puede causar irregularidades en la superficie del disco, afectando su funcionamiento. Además, si el disco presenta una coloración azul, esto indica sobrecalentamiento, que a menudo se debe a un pistón de freno atascado en la pinza. Por otro lado, un leve depósito de óxido no suele ser motivo para cambiar el disco, pero si hay una cantidad significativa de óxido, especialmente después de que el vehículo ha estado parado por mucho tiempo, es necesario reemplazar el disco de freno.
Discos de freno nuevos solo con pastillas de freno nuevas
Cuando reemplazas los discos de freno, es crucial no solo limpiar a fondo el cubo de la rueda, sino también instalar pastillas de freno nuevas. Además, asegúrate de que los pistones de freno se puedan presionar hacia atrás de manera uniforme y sin dificultad. Si los pistones no se mueven con facilidad, primero debes revisar la pinza de freno para evitar la necesidad de reemplazar los discos de freno nuevamente.