El car wrapping está muy de moda: la creatividad apenas tiene límites a la hora de diseñar películas para automóviles. Esta breve guía te dará una visión general de las ventajas de una pintura tradicional y en qué casos merece la pena optar por el wrapping.
Car Wrapping: una técnica cada vez más común
Cubrir un vehículo con películas de plástico se considera hoy en día una interesante alternativa al repintado. Los talleres de pintura clásicos ahora tienen competencia. Muchos profesionales se han especializado en la rotulación de automóviles y ofrecen películas para vehículos en los más diversos colores, texturas y diseños. El término «wrapping» hace referencia al recubrimiento completo del vehículo. Al igual que con la pintura, es posible cubrir componentes separados como el capó, el techo o las ventanas. El wrapping consiste en aplicar una película sobre una gran superficie del vehículo. La alta elasticidad del material permite una envoltura tridimensional. Si el trabajo se realiza con cuidado, el material autoadhesivo se adhiere de forma fiable y sin burbujas. Muchas películas para automóviles se utilizan para llamar la atención. Pueden ser de colores metálicos o mates, texturadas para conseguir efectos especiales de iluminación o con dibujos personalizados según los deseos del cliente. Pero también pueden ser simples y de colores lisos, a veces incluso del color original de la pintura del coche.
¿Pintura nueva o wrapping?
La pintura para automóviles ha acompañado todas las etapas de desarrollo del automóvil. Siempre ha protegido las partes de chapa de la corrosión, así como de los impactos mecánicos y químicos externos. Al mismo tiempo, confiere al vehículo su carácter representativo. Durante mucho tiempo, la pintura para automóviles se consideró la única opción. El car wrapping debe su atractivo tanto a la diversidad en el diseño como al costo relativamente bajo. Puedes quitar la película cuando lo desees y darle a su automóvil un aspecto completamente nuevo a intervalos regulares. A favor de la pintura clásica habla su mayor durabilidad. Además, la película es más difícil de aplicar cuanto más desgastada y dañada esté la superficie. Los daños en la pintura causados por el granizo y la gravilla dificultan mucho la aplicación de la película. Del mismo modo, aplicar la película sobre puntos oxidados no es una buena idea. De hecho, la película no puede impedir la aparición de óxido.
El wrapping, una cuestión de precio
Los wraps completos que ofrecen los profesionales cuestan entre 1.000 y 1.500 euros, mientras que una pintura nueva, incluso para automóviles pequeños, rara vez es inferior a 2.500 euros. Prácticamente no existe un límite de precio superior para ninguna de las opciones. Sin embargo, aquellos que buscan la oferta más económica pagarán menos por su car wrapping que por una nueva pintura completa. No obstante, es importante recordar que, para obtener un resultado satisfactorio, la pintura sobre la que se aplica la película debe estar lo más intacta posible. La rotulación del vehículo también es interesante en caso de reventa del vehículo. Si la envoltura se realiza correctamente, la película puede retirarse fácilmente más adelante, cuando el vehículo se ponga a la venta, por ejemplo. La pintura protegida por la película de plástico se mantiene en buen estado, lo que aumenta el valor del vehículo.
La pintura como garantía de durabilidad
Una película de calidad puede eliminarse sin dejar residuos. Sin embargo, el ahorro inicial no será suficiente para compensar el coste de los frecuentes cambios de la película. La rotulación del coche es ciertamente más barata, pero la pintura dura más, en el mejor de los casos tanto como el propio coche. Las películas tienen una vida útil media de tres a cinco años, mientras que los productos de alta calidad pueden durar hasta diez años. La película debe sustituirse a más tardar en ese momento. Incluso aunque la lámina del coche parezca intacta, con los años será cada vez más difícil quitarla sin dañar la pintura que está por debajo. En términos de durabilidad y vida útil, la pintura tiene una clara ventaja.
¿Aplicar una película uno mismo o repintar?
Muchos propietarios de automóviles guardan en sus armarios un bolígrafo de retoque o un aerosol del color de la pintura de su automóvil para poder reparar ellos mismos pequeños arañazos. Lo mismo ocurre con la aplicación de películas a pequeña escala. Es posible pegar fácilmente y en poco tiempo algunos tipos de adhesivos, pequeñas inscripciones, logotipos de empresas o incluso tatuajes de automóviles elegantes. Sin embargo, si estás pensando en volver a pintar todo el automóvil tú mismo o cubrirlo completamente con una película, y lo haces sin conocimientos particulares, ten en cuenta que ambas operaciones requieren cierta destreza manual, así como un tiempo y esfuerzo significativos.
Pintura completa
Realizar uno mismo una pintura completa requiere una preparación significativa. Encontrar un espacio de trabajo adecuado es parte de ello. Este espacio debe estar libre de polvo, seco y bien ventilado para evitar la exposición a vapores tóxicos durante el proceso. Un simple garaje no es apropiado. Una vez que hayas reunido las herramientas adecuadas y el equipo de protección necesario, incluyendo una máscara de protección, comienza por abordar y reparar los defectos en la pintura y los puntos de óxido. Retira molduras y otras partes de la carrocería. Lija la pintura existente en primer lugar. Asegúrate de cubrir las manijas, los marcos, las ventanas, los espejos retrovisores y los faros. Protege también los muebles en la habitación de trabajo. Limpia minuciosamente las superficies a pintar y elimina cualquier rastro de grasa. Aplica cuidadosamente una imprimación y luego lija para que quede suave, y limpia nuevamente la superficie. A continuación, aplica la pintura de manera uniforme y déjala secar. Lija nuevamente y finalmente aplica una capa de barniz transparente. Este es un trabajo que lleva varios días.
Recubrimiento completo
Si bien en principio, el recubrimiento completo es más fácil de realizar que una pintura completa, la tarea no debe subestimarse en absoluto, especialmente si deseas que el resultado no difiera de un trabajo profesional. Comienza midiendo el automóvil. Luego, recorta la película de manera aproximada y limpia minuciosamente las superficies que serán cubiertas. Al igual que con la pintura, desmonta las manijas, las molduras y otras piezas de la carrocería. Aplica un agente de liberación para poder retirar la película posteriormente sin dejar rastros. Comienza la aplicación la película por las superficies más grandes, siempre de adentro hacia afuera. Para esto, se requieren al menos dos personas. Utiliza una espátula para garantizar la presión y la adherencia durante la aplicación y un secador de aire caliente para estirar la película en áreas difíciles como remaches y molduras. Finalmente, retira los trozos de la película sobrantes con un cúter.
¿En qué más debes prestar atención durante el wrapping?
Las películas para automóviles son en general fáciles de limpiar y son adecuadas para el lavado automático. Sin embargo, se deben evitar los programas de cera caliente y los limpiadores con alto contenido de ácido. Al elegir una película para automóvil, es esencial investigar previamente las diferencias en la calidad de los productos ofrecidos, ya que a veces estas diferencias son significativas. Los materiales de alta calidad no solo son más fáciles de manejar durante la aplicación, sino que también tienen una vida útil más larga, mantienen sus colores, son más resistentes a la deformación y a las inclemencias del tiempo. Al comprar una película o al contratar a un profesional para hacer el wrapping, asegúrate de que se otorgue una garantía para el material o el trabajo realizado. La aplicación de la película en las ventanas de un automóvil debe cumplir con las disposiciones legales. Cubrir las ventanas sin autorización puede resultar en una multa.
Conclusión: El wrapping es una buena alternativa a la pintura tradicional
El wrapping para automóviles brinda un nuevo impulso a la creatividad en lo que respecta a la estética automovilística. Al igual que con la pintura, es recomendable investigar en detalle antes de embarcarse en el proyecto. Si cuentas con el presupuesto necesario, es preferible dejar la tarea en manos de un profesional. La pintura convencional sigue siendo la solución estándar para cubrir la carrocería de un vehículo. Sin embargo, si prefieres colores vibrantes y diseños personalizados de alta resolución para embellecer tu automóvil, puedes optar por una película de vinilo. Además, la facilidad de reemplazo de esta envoltura impresa ofrece una flexibilidad adicional, tanto para vehículos particulares como comerciales.